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"LA VOZ DEL SILENCIO"               

No puedes recorrer el Sendero antes que tu te haya convertido en el Sendero mismo.

Haz que tu alma preste oido a todo grito de dolor,de igual modo que descubre su corazón el loto para absorber los rayos del sol matutino.

No permitas que el sol ardiente seque una sola lágrima de dolor antes que tu la hayas enjugado en el ojo del que sufre.

Pero deja que las ardientes lágrimas humanas caigan una por una en tu corazón, y que en él permanezcan sin enjuagarlas, hasta que se haya desvanecido el dolor que las causara.

Estas lágrimas oh tu de corazón muy compasivo son los arroyos que riegan los campos de caridad inmortal. En este suelo es donde crece la flor de media noche,la flor de Buddha, más rara de ver que la flor del árbol Vogay.

Es la semilla que libra del renacimiento.

Pone al Iniciado a cubierto de toda lucha y concupiscencia, y le guia a través de las regiones del Ser, a la paz y beatitud conocida unicamente en la región del silencio y del No-Ser.

Traducción Eneida Carbonell